domingo, 30 de marzo de 2008

El dichoso botón

Quien iba a imaginar que toda la magia podía frenarse con un botoncito...(aparte del de encendido o el de la luz :S)
Despues de invertir un dineral en equipo, del que se ha escrito hasta de su peso, vemos que no rinde todo lo que queríamos o debiera. Lo que pensamos todos en cuanto probamos el equipo: ¿Esto son 450 W de pantallazas (cada una)?!
Pues bien. Melones de nosotros que no nos percatamos del temazo hasta que picheando Monty y yo en el local, vimos EL boton. Detrás de la mesa de mezcla, encima de la salida a la etapa de potencia, habia un botoncete que presionado, bajaba la intensidad de la señal unos 30 decibelios. Lo que salía por ahí no era más que un susurro. Lo "despresionamos" y las paredes empezaron a temblar. Para algarabía y regocijo de los gagnanes que allí nos encontrabamos, conectamos un mp3 y nos pusimos a hacer un poco de ruido, por lo que al final no hicimos lo que íbamos a hacer...
En fin, una tarde de poco trabajo y grandes descubrimientos que bien podríamos haber hecho antes de la semana de ensayos.
Pero bueno, menos da una piedra.

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jueves, 20 de marzo de 2008

164 kilos

Que viene siendo el peso del último cargamento recibido desde Alemania. A parte de un plato nuevo para el chico de las baquetas (su batería se desarrolla constantemente como si de un tumor se tratara) el meollo del asunto era un juego de pantallas y monitores con su correspondiente etapa de potencia. Cosa de mil y pico watios que añadir a nuestra creciente máquinaria de hacer ruido.

Resulta gratificante poder decir, por fin, que somos capaces de sonorizar nosotros solitos una sala pequeña, y hacerlo además con cierto grado de holgura. Más aún cuando el dinero necesario para pagar todos esos juguetes nuevos salío de los ingresos del grupo en vez de salir de nuestros ya maltratados bolsillos. En serio. No tener que pagar mola.

Así que tras subir a pulso dichos 164 (cientosesentaicuatro) kilogramos de felicidad por los 4 pisos de escaleras que conducen a nuestro local de ensayo, luchar con las marañas de cables que se habían ido formando a lo largo de meses sin ordenar nada, recibir un cursillo rápido de interiorismo que nos permitiese aprovechar el espacio de forma más eficiente, colocar cosas, redistribuir todo el cableado de la mesa de mezclas y flipar con las lucecitas de la flamante etapa de potencia... el nuevo equipo quedó integrado de forma oficial en el activo inmovilizado de Daementia.

¿Qué conseguimos con eso?

Problemas :P

Problemas del tipo "tengo muchosmil watios sonando en una habitación de 16 metros cuadrados y creo que me sangran los oídos" El equilibrio de poderes entre los cinco instrumentos del grupo, perfeccionado a lo largo de meses de ensayo y error, se había hecho añicos. Te das cuenta de eso cuando eres capaz de oir una bola de watios que suena jodidamente alta, pero no distingues una sola nota de lo que estás tocando tú. O peor aún, oyes el bajo. Si oyes el bajo, significa que algo está saliendo mal :P

Por supuesto, aunque era un problema que no nos esperábamos (me refiero a lo de la bola, no a lo de llegar al extremo de distinguir líneas de bajo) hay que reconocer que era un problema esperable. La sonorización de un grupo de metal es siempre un proceso complicado, en el que se busca el compromiso entre el deseo de todos los miembros de repartir la mayor leña posible y la limitación práctica de que la mezcla final tiene que resultar no sólo soportable, sino audible, distinguible, e incluso (dejadme soñar) agradable. Eso en la práctica lleva a un equilibrio cuanto menos inestable en el que la solución, por paradójico que parezca, suele consistir en bajar los volúmenes de todos los instrumentos para que el conjunto se oiga más.

Detalles como "quiero conservar mi capacidad auditiva hasta pasados los 23 años" suelen ser también tenidos en cuenta.

Así que en los próximos días compaginaremos el trabajo de ensayar para el inminente concierto con el de girar ruletitas y apretar botoncitos para reencontrarnos con la mezcla perfecta. Espero que no nos lleve demasiado.

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viernes, 14 de marzo de 2008

El complejo arte de elegir un setlist

Concierto 3 de Abril, tiempo máximo una hora, habría que pensar un setlist.
El primer paso es fácil, elegir que canciones tocar. Salvo detalles como elegir la versión o la balada la mayoría de las veces está bastante claro. La cuestión es elegir luego el orden, y yo personalmente para una tontería como esa soy incapaz de decidirme, necesito plantearme todos los sets posibles con sus ventajas e inconvenientes.
Primer paso, hay que empezar fuerte y acabar fuerte. Alegremente haces el setlist y te das cuenta que tienes las canciones mas suaves y las baladas todas seguidas a mitad del concierto, si queda alguien despierto para la traca final será un milagro.
Segundo paso, rehacer el setlist, dejas fija la primera canción y las tres últimas (es lo único que solemos tener claro) y repartes un poco el resto, te fijas en que no haya canciones tranquilas seguidas ni que empiecen en acústico. Satisfecho miras el set y te das cuenta que la segunda es una balada, la tercera la versión y luego una de leña, una acústica, una de leña...
Tercer paso, te prometes que no volverás a hacer una canción que empiece en acústico (esa misma tarde se te ocurrirá un acústico genial) y vuelves a reordenar. Coges el primer setlist y quitas un poco de tralla del principio y otro poco al final para meterla en medio. Ahora tienes un set de puta madre, caña al principio, medio y final y dos cachos tranquilos entre cada bloque, te sientes satisfecho.
Cuarto paso, todo el mundo se queja: las canciones que fuerzan la voz van seguidas, los dobles bombos mas rápidos van en la primera (sin calentar) y al final (cansado), Fer se queja de que sus acústicos difíciles van casi enlazados, Darío se queja de todo pero se resigna.
Conclusión, intentamos hacer un setlist consensuado estando en el local pero acabamos tocando la canción del choto y Elvenfall en versión funky. Tras un par de ensayos Darío ha recuperado la velocidad y deja de llorar, salvo cambios puntuales in situ el último setlist no era tan malo.

FIN

(Actualizado 27 de Marzo) A fecha de hoy el setlist propuesto es:
- Intro
- Angel wings
- Roam in darkness
- Sing from inside
- The street downstairs
- Bard
- Last chance
- Where the old trees grow
- Elvenfall
- In hell
- Memories of the missed

Y esto es todo, la verdad es que soy demasiado detallista con nimiedades del estilo. Pero me apetecía comentar el tema, porque siempre me he preguntado como coño eligen Dream Theater sus sets que son a cual mas raros y dejan fuera clasicazos pero tocan otras canciones mas bien pobres. O en que estaría pensando Harris para tocar el "A matter of life and death" enterito y en orden y dejar fuera The trooper, Wasted years, Run to the hills, The number of the beast...
En fin, vosotros como os planteais los setlists? meditais el orden, solo elegis las canciones, algun otro factor a tener en cuenta que pueda añadir a mi obsesion?

Un saludo a todos

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