sábado, 27 de septiembre de 2008

Gorgorito powaaa

Como bien dijo Montejo, tocábamos en acústico el Jueves.

Yo llegaba el Miércoles por la noche a Salamanca... ¿adivinais? Sip, mañana loca ensayando en casa de Darío.

Preparábamos cuatro temas. Dos eran versiones: Zombie (The Cramberries) y Chove en Santiago (Luar na Lubre) y dos nuestros: Bard y Where the old trees grow. Las versiones no las habíamos tocado en la vida, y respecto a nuestros temas era la primera vez que los tocábamos en acústico con Darío. Teníamos que hacer los arreglos para todos los temas, aprendernoslos y ensayarlos en solo cuatro horas.

Dado que esa clase de problemas son el pan nuestro de cada día, no les dimos mayor importancia, aprovechamos dichas cuatro horas lo mejor que pudimos y dejamos el resto en manos de la providencia, los midiclorianos o nuestras m4d skillz. Lo que antes surgiese.

Al margen del ensayo en sí, cabe reseñar tres hechos.
- Comimos pizza.
- Darío me dejó ropa, de forma que durante el resto del día me sentí como se deben sentir los arquitectos alternativos postloquesea. En una palabra: sexy.
- En el trayecto en coche hacia el lugar del concierto tuve el mayor ataque de risa tonta de los últimos meses.

Llegados al sitio en cuestión, nos encontramos un montón de gente tirada en la hierba mientras distintas organizaciones estudiantiles reparten panfletos a favor o en contra de esto y de aquello y Radio Universidad y sus adlateres se dedican a repartir entradas para el Canto del Loco por megafonía como si de un puto bingo se tratase. Vamos, una locura. Pero no nos amedrentamos (o más bien nos la pela), montamos nuestras cosas y procedimos a tocar cuando se nos dió luz verde.

Sonó bien la cosa, o eso me dijeron luego. Es la gracia de mezclar dos guitarras en acústico y voz, q más o menos tira todo bien. La chica Durga excelente, y nuestra ejecución a las guitarras más que satisfactoria. El público siguió sentado en el cesped tomando el sol, pero escuchó en relativo silencio, e incluso aplaudió en algunas ocasiones. No se podía pedir más. No pudo ser lo de bis (tuvimos que omitir Chove por falta de tiempo) pero para compensar Zombie partió la pana. Hace sólo dos días que la oí entera y ya tengo ganas de volver a tocarla.

Luego del concierto, a subir amplis cuatro pisos a la Salle. Si es que...

Etiquetas: ,

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Sondeo a pie de calle

Estábamos ayer Darío y yo tomando un café después de comer, y discutiendo sobre si nuestro logo/nombre daba a entender tal o cual cosa. Y que mejor forma de saberlo que preguntar a la gente aprovechando que Darío llevaba puesta la camiseta daemente. La pregunta venía siendo, "Si solo ves este logo y te dicen que es de un grupo, que estilo de música crees que hacen?"
El primer encuestado fue el sorprendido camarero, seguido de gente que nos encontramos por la plaza y agobiados estudiantes a la puerta de Zacut. 

El sorprendente resultado fue:
Un camarero - heavy o hard rock
Un heavy en la plaza mayor - heavy rollo Stravaganzza
Un rapero - o heavy o electrónica
Un rastas en zacut - heavy
Un heavy con camiseta de Iron Maiden - pop rock (O_ô)
Una chica gótica - noise (que luego nos explicó que era un tipo de electrónica)
El dueño de Tipo - metal rollo Warcry o más duro

Conclusión? Si nos queremos pasar a la música electrónica no necesitamos cambiar de logo. Na, en serio, creo que no hay nada claro. En general a todos los no-heavys les parece que hacemos heavy sin saber clasificar más (supongo que si nos oyeran también dirían que somos muy heavys a pesar de que cada vez somos más comeflores) y los heavys cada uno dispara para un lado (aunque tres personas no es una muestra significativa)

Por la noche más discusiones sobre si "portada con una fachada, agua y una franja roja" era una portada power vs. "Luces de ciudad desenfocadas con tipografía sencilla" era una portada minimalista. Al final el diseño nos está dando más dolores de cabeza que la música en sí.

Un abrazo a todos y aprovechando el sondeo:


Etiquetas:

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Postúltimo día de grabación

Va el tocho.

Lunes por la tarde. Acabo de acabar un exámen de Técnicas Instrumentales Avanzadas y lo único que me apetece es quemar la gráfica de mi ordenador nuevo probando mi juego favorito a tope de calidad. Llaman al teléfono.

Es Darío. Que en media hora hemos quedado en casa de Edu Samurai.

En ese momento recuerdo la conversación que tuve con él en la cena del Sábado.

DARÍO: Pues el lunes iré a regrabar un par de cosas del directo a casa de Edu. ¿Ya que voy regrabo lo tuyo también?
FER (con una jarra de Paulaner en la mano): Nah, tío, no te preocupes que el lunes ya no tengo que estudiar. Voy yo también y así nos repartimos el trabajo.
FER (con una jarra de Paulaner en la mano, pensando para sí): Qué buen colega soy, joder

El conocimiento de que me había olvidado completamente y de que para esa tarde ya había quedado con al menos dos personas me golpea como la proverbial patada en los cojones, pero hay límites de gañanidad que ni siquiera yo soy capaz de superar. Así que un rato más tarde apago el portátil y voy a ello (¿?).

Pues eso, que el otro día estuvimos regrabando un par de guitarras que habían quedado insalvables en el último directo. Pagaba la Universidad de Salamanca, así que no era plan de desperdiciarlo. Un último vistazo a lo que supone estar grabando temas, tus temas, en un estudio. Música a raudales, momentos de emoción al escuchar cómo las canciones van tomando forma, momentos de cansancio cuando las horas de trabajo empiezan a pesar... pero ante todo un ambiente fenomenal, coñas tontas por todas partes y la sensación de estar haciendo algo importante.

La primera vez que entramos en un estudio de grabación fue una pesadilla. No porque no hubiera buen rollo, que lo había, sino porque estuvimos 5 meses haciendo una media de 8 horas de estudio al día. Intentamos ser perfeccionistas cuando éramos unos completos novatos (ni siquiera habíamos tocado en directo todavía) y lo pagamos. Tanto anímicamente como económicamente.

Y ahora que somos un poco más viejos y un poco (no demasiado) más experimentados... hemos decidido no ser tan perfeccionistas. Hemos ido con el tiempo prefijado (eso sí, lo hemos apurado al máximo) y dentro de eso lo hemos hecho lo mejor que hemos podido para grabar. Evidentemente, tras el subidón de adrenalina que tenga cuando escuche el disco por primera vez, empezaré a encontrar fallos y seguramente a partir del segundo mes no quiera volver a escucharlo en toda mi vida. Pero no me importa. Soy feliz así.

Ahora todo queda en manos de Edu Samurai, mezcla y masterizado. Algo meteremos mano, pero creo que poco, no será necesario. Queremos leña, y leña habrá.

¿Así que... hemos acabado? En absoluto. Ayer por la noche Montejo, con esa habilidad para hacer más de dos cosas útiles al día que posee, y que siempre he admirado desde lejos, creó el Daementia Design Center para que podamos opinar todos acerca del diseño del libreto y del CD.

Vamos, una fiesta.

Así que en el próximo capítulo, los-valerosos-Daementes-que-no-suspendían-Plástica (yo sí la suspendía) se vuelven diseñadores gráficos. Si es que valemos pa tó.

Etiquetas: